«A VECES ES NECESARIO TOCAR FONDO
PARA PODER IMPULSARTE Y SALIR DEL POZO EN EL QUE ESTÁ METIDO»
Soy un tipo que un día se dio cuenta de que había construido su vida entera desde el automático.
Y le está dando la vuelta.
Cumplí con el guion perfectamente.
Pareja. Hijo. Trabajo estable. Casa. Hipoteca. Emprendimiento.
Todo en su sitio.
Menos yo.
Tras varios años trabajando por cuenta ajena, emprendí como programador freelance.
Ocho años pasando de puntillas, sin mostrarme.
Con miedo a exponerme, a caer desde más arriba, en guerra con el dinero y con la energía masculina.
Escondido, me sumé al emprendimiento de mi pareja. Desde la trinchera.
No porque fuera lo mío, sino porque no me atrevía a hacer crecer el mío propio.
Y seguí sin liderar.
Ni proyectos, ni vida.
Hasta que la vida, finalmente, movió ficha, tumbó el tablero.
En 2020 me rompí.
Vacío existencial.
Muerte en vida.
Un balcón.
Dos miradas hacia abajo.
Y una decisión.
La de darle la vuelta.
Ahí empezó mi proceso.
Formación. Lecturas. Cambios de percepción.
Tomas de conciencia heavy.
Y acción.
Muchos cambios de percepción llevados a la acción.
2 años despúes de aquel balcón, en 2022, dejé mi trabajo (por aquel entonces por cuenta ajena) y vendí mi casa para sostener una nueva aventura emprendedora.
No sé si por valentía. O, simplemente, por coherencia.
Porque seguir negándome a mí mismo ya no colaba.
Y empecé a acompañar a otros.
Desde la experiencia, no desde el conocimiento.
Desde el barro, no desde la tarima.
Sostuve el vértigo. Sostuve todo lo que se removió en mí… y en los que tenía cerca.
Empecé a trabajar con emprendedores.
También entré en empresas.
Y confirmé lo que ya había visto en mí:
«UN NEGOCIO ES SIEMPRE UN REFLEJO DE QUIEN LO LIDERA»
He seguido trabajando dentro.
Cada vez más profundo.
Y sigo en ello.
Porque esto no va de haber llegado,
va de no volver a dormirse.
He desmontado una vida entera para reconstruirla desde la conciencia.
Sé de lo que hablo.
Desde ahí, acompaño.
A emprendedores que quieren construir un negocio compatible con su estilo de vida deseado, capaz de pagar ese estilo de vida, que les llene en lo profundo, y que sea duradero.
No traigo fórmulas mágicas.
Solo honestidad absoluta.
Responsabilidad cruda.
Y un espejo incansable en el que mirarte.
© 2025 Javier Alzueta Pellicer | Aviso legal | Política de Privacidad | Política de Contratación | Política de Cookies |